lunes, 8 de septiembre de 2008

01 Introducción




PERSONA VERDAD LIBERTAD

11 minutos.

Con este video traemos aquí el "curso" sobre la Persona y su libertad, ya publicada en otros sitios en sus primeras 13 sesiones. En este blog aparecerá, esperamos, más claro el orden y la explicación con notas a "pie de vídeo".

En esta primera sesión, introductoria, nos preguntamos ante todo si es -como algunos dicen- que la libertad nos hace verdaderos o más bien es la libertad lo que nos hace libres, según el Evangelio. Todos queremos ser libres, pero en el mundo académico, aunque sea sorprendente, no suele enseñarse que el hombre sea personalmente libre, puesto que se presenta a la persona inmersa en un cúmulo de condicionamientos estructurales, familiares, sociales, en el que la libertad naufraga. El clamor por la libertad parece limitarse a las libertades formales y se rehúye afrontar su cara responsable. No se acepta que podamos ser culpables de alguna fechoría y así nos cerramos el paso a la vez a las grandes decisiones que pueden conducirnos a la optimación de la persona concreta, individual, irreptible, llamada en todo caso a "ser mucho".

El presente vídeo "subido" hace meses en Google, encuentra hoy mismo una feliz síntesis en las palabras del papa Benedicto XVI en el encuentro que sostuvo con los jóvenes de la isla de Cerdeña, durante su visita pastoral a la localidad italiana de Cagliari: "la crisis de una sociedad comienza cuando no sabe transmitir su patrimonio cultural y sus valores fundamentales a las nuevas generaciones. No me refiero solo al sistema escolástico. La cuestión es más amplia. Jesús dijo: ‘La Verdad os hará libres’. El nihilismo moderno predica en cambio lo opuesto, que es la libertad la que os hará verdaderos. Incluso algunos sostienen que no existe ninguna verdad, abriendo así el camino al vaciado de los conceptos de bien y mal, llegando a hacerlos intercambiables"."

1 comentario:

Yuria dijo...

Buenas noches, D. Antonio.

Ha sido un verdadero placer escuchar su charla. "Atrapé" varias ideas especialmente y, en síntesis: hay que prever las consecuencias de nuestros actos.

Un cordial saludo.